La primera parada fue en Bernkastel-Kues, un pueblo precioso que nos devolvió en un momento a la infancia, con sus puestos de figuritas, de galletas de jengibre, su vino caliente (que no nos gustó), gente cantando villancicos por cualquier esquina, en fin era como vivir dentro de un cuento.
La casa de la izquierda era un calendario de adviento y cada día destapaban la ventana correspondiente.
Panorámica de la plaza del Ayuntamiento |
Una cena típica alemana
Para alojarse: El Hotel Baeren, o lo que es lo mismo, el hotel de los ositos, que por cierto son mi debilidad, fue sin duda un retorno a la infancia. Su web es: http://www.hotel-baeren.de/
Pongo unas fotos de la visita
http://es.wikipedia.org/wiki/Tr%C3%A9veris
Aprovechando la cercanía, la siguiente visita fue Luxemburgo, hacía un día muy gris, con mucha niebla y mucho frío, así que dimos un paseo por los puestos del Mercadillo y por la muralla y poco más.
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Entrada al Palacio Real |
Al día siguiente tomamos dirección a Koblenz visitando Traben y nada mas llegar nos encontramos con esta señal, de lo mas curiosa, a la entrada del puente.
Mas información en http://en.wikipedia.org/wiki/Traben-Trarbach
Y por último, pero no menos interesante Koblenz en cuyo pueblo confluyen el Rhin y el Mosel por donde pasan los cruceros de recreo y las gabarras cargadas de carbón.
Imagen obtenida del siguiente enlace: http://www.verema.com/blog/eugenio/726610-mosela-el-gran-rio-vinicola |
Mas información en http://es.wikipedia.org/wiki/Coblenza
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