En otras ocasiones que he regalado galletitas hacía yo misma la masa, la enfriaba, la horneaba y las decoraba y aunque lo hacía con muchas ganas e ilusión llevaba mucho tiempo, así que este año he simplificado al máximo el trabajo y por eso mismo os lo quería comentar, pues con esta vida ajetreada que llevamos, todo lo que nos facilite la vida, bienvenido sea, así que os cuento cómo lo hice.
Las galletas las encargué en mi pastelería de confianza, son de mantequilla y están riquísimas y así de un plumazo me quité el grueso del trabajo.
Por otro lado pedí el papel de azúcar como siempre hago a Postreadiccion.com que son rapidísimos y lo envían casi de un día para otro.
Y ahora viene lo que más me gusta, la decoración:
Con un cortador de fondant voy haciendo los discos blancos y pegando a la galleta con un pincel y leche condensada y cuando ya están todas empiezo a recortar el papel de azúcar con una troqueladora de 5 cm y lo voy pegando también con leche condensada encima del círculo blanco.
Dejé secar unas horas y por último las fui guardando en bolsitas y ya estaban listas para regalárselas a Mateo, que es un cielo de niño y él
sabe lo mucho le quiero.
Dificultad:
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