Reconozco que siento debilidad por mis sobrinos pequeños, son súper cariñosos y ellos con sus abrazos y sus sonrisas, me devuelven con creces todo el cariño que les tengo.
Y como es tradición, unos días antes de sus cumpleaños les pregunto de qué quieren la tarta y mientras responden, yo cruzo los dedos para que no sea algo muy complicado y sea capaz de cumplir sus ilusiones.
La última en cumplir años ha sido Lucía, y me ha pedido la tarta de Top Model como la de su prima del año pasado y para no repetirla, he optado por hacerla rectangular y con un papel de azúcar que compré en 1000 colores.
Para la tarta hacemos dos bizcochos de naranja (ver aquí la receta), llenando dos moldes rectangulares hasta las 3 cuartas partes.
Mientras se hornean los bizcochos hacemos el buttercram de mantequilla, podéis ver aquí la receta, pero esta vez le añadí una cucharada de mermelada de moras, que le dio un color y un sabor riquísimo.
Montaje de la tarta:
Ponemos una capa generosa de buttercream sobre el primer bizcocho, tapamos con el segundo bizcocho y cubrimos todo el pastel con más crema, estiramos bien y vamos quitando el sobrante, hasta dejarlo lo más liso posible y lo llevamos al frigorífico para que endurezca un poco.
Cuando el buttercream de moras está un poco endurecido, le damos una segunda capa y volvemos a enfriar.
Una vez frío se coloca la oblea sobre la tarta y se pega con un poco de leche condensada.
Para decorarla, hice su nombre con fondant blanco y utilicé unos cortadores de letras con expulsor que compré en My Karamelli.
Con un cortador especial y fondant rojo, hice un corazón para decirla que la quiero mucho y que cumpla muuuuchos más.
A ella le gustó mucho y a ¿vosotros?
Dificultad:
A ella le gustó mucho y a ¿vosotros?
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