Lo primero se ponen los percebes en la cazuela donde se van a cocer y se va añadiendo vasos de agua hasta cubrirlos. Esto es para calcular la cantidad de agua necesaria.
La proporción es la siguiente:
Por cada vaso de agua, una cucharada raseada con el cuchillo de sal.
Cuando el agua rompa a hervir, se añaden los percebes y en cuanto vuelvan a la ebullición, se dejan 30 segundos.
Se tira todo el agua, se ponen en una fuente y se tapan con un paño de cocina para que suden. Se deben consumir calientes.
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