Pensando en la receta del bizcocho en tarro, se me ocurrió que esa forma de cocinar podría servir para los patés y creo que así es, quedan igual de estupendos que en los moldes tradicionales, pero con la ventaja de que se tapan y se guardan, bien en la nevera, bien en el congelador, o simplemente para transportarlos a casa de algún amigo para una cena informal.
Esta receta se la dedico a mi amiga Aurora pues se que los hace con frecuencia y que le va a gustar esta variante.
La receta la encontraréis pulsando aquí.
Pongo las fotos del paso a paso:
Lo primero que haremos sera esterilizar los tarros y para ello hemos de hervirlos durante 30 minutos.
Transcurrido el tiempo, los dejamos enfriar y los embadurnamos con un poco de aceite y un pincel y seguidamentes espolvoreamos un poco de pan rallado.
Precalentamos el horno a 160º, esto es importante, es mejor que se hagan a fuego no muy fuerte para que quede más fino y compacto y no le salgan los clásicos agujeritos.
A continuación llenamos los tarros casi hasta arriba
En una fuente que pueda ir al horno, colocamos los tarros y le ponemos agua en el fondo para que haga el "Baño María" y los tenemos mas o menos unos 45 minutos, siempre dependiendo del tipo del horno.
La forma de comprobar si están, es pinchar con un palillo y si éste sale limpio, se pueden sacar del horno con mucho cuidado de no quemarnos.
Tapamos los tarros, los dejamos enfriar, los etiquetamos y... ¡a disfrutar!
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Paté de anchoas en tarro
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