Torrijas de brioche

Uno de los dulces que mas me gustan son las torrijas, como habréis observado soy algo golosa, me gusta el dulce aunque en pequeñas cantidades.  Bueno la cosa es que cuando compré la Thermomix hice la receta del pan brioche que también me gusta muchísimo (veis lo que os digo) y pensé que con ese pan podían quedar muy bien las torrijas... ¡dicho y hecho! y el resultado fue pues como era de esperar estaban deliciosas, aunque a decir verdad las hechas con la receta tradicional tambien resultan muy ricas y eso sí, unas u otras no pueden faltar en Navidad.

Ingredientes:

Pan de brioche del día anterior o incluso de dos días para que esté duro
1 litro de leche entera
Una rama de canela
Una vaina de vainilla
150 gramos de azúcar
2 huevos
Piel de limón


Elaboración del almíbar:
100 mililitros de agua
100 mililitros de vino blanco dulce o moscatel
100 gramos de azúcar
Vainilla
Canela en rama
Piel de naranja y limón

Se ponen en un cazo todos los ingredientes a fuego bajo y sin remover se deja reducir hasta obtener un almíbar ligero. Dejar enfriar.

Elaboración de las torrijas:
En un cazo se pone la leche con el azúcar, la vainilla, la canela y la piel de limón y cuando empieza a hervir se apaga el fuego y se deja enfriar.
Una vez fría la leche se cuela, se le añaden los huevos batidos y se mezcla todo bien.
Se cortan las rebanadas de pan un poco gruesas y se van mojando en la mezcla de leche y huevos y se van friendo en una sartén en aceite y mantequilla. Es bueno que queden bien mojadas pues así resultan mas jugosas aunque es mas complicado y hay que tener mucho cuidado para que no se rompan.
Se fríen las torrijas hasta que estén doraditas por las dos caras y se pasan a una fuente con papel absorbente para que pierdan el exceso de grasa.
Se introducen las torrijas en el almíbar y van se pasando a una fuente donde las espolvorearemos con la mezcla de azúcar y canela.

El momento estrella para mi es mientras las estoy haciendo, se llena la casa de un olor que me recuerda cuando era niña y en mi barrio todas las madres se ponían a hacer torrijas casi al mismo tiempo y los chiquillos íbamos de casa en casa probando unas y otras pero al final siempre las mas ricas eran las de nuestra madre.

Dificultad:

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