Dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro y es verdad, yo tengo la gran suerte de tener buenos amigos, de esos que están siempre ahí cuando les necesitas y sabes que pase lo que pase, los tienes a tu lado y en este caso hablo de amigas, de nuestro grupo de chicas que cuando nos reunimos, lo pasamos genial, intercambiamos regalitos, nos quitamos la palabra la una a la otra para contarnos cosas y el tiempo se nos pasa volando. (María, nos faltaste tu, te echamos de menos).
Para una de esas comidas y como avance de la Navidad, hice unos cupcakes para darles una dulce sorpresa.
La inspiración la tomé de Pinterest y luego les di mi aportación particular y así es como quedaron. ¡Espero que os gusten!
Elaboración:
El cuerpo del cupcake le hice con la receta de la Tarta de Santiago, es decir el mismo peso de huevo, de azúcar y de almendra molida.
Es súper fácil, solo tenemos que pesar un huevo grande, y añadir el mismo peso del huevo, de azúcar y de almendra molida.
Luego batimos bien para que no queden grumos y llenamos las cápsulas del cupcake hasta las tres cuartas partes, sin llenarlo del todo y al horno precalentado a 175º hasta que al pinchar con un palillo, éste salga limpio.
Dejamos enfriar por completo y ya podemos decorar con el fondant, dejando volar nuestra imaginación.
Por último los metemos en bolsitas, atamos con un lacito y los tenemos listos.
Para siete cupcakes de tamaño grande necesité dos huevos XL y su peso en azúcar y almendra molida.
Dificultad:
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