El reciente viaje por Bélgica y su gran variedad de cervezas, me ha inspirado a la hora de cocinar esta cazuela de conejo.
Lo primero que hacemos es trocear y salpimentar el conejo y lo doramos con un poco de aceite de oliva en una cazuela. Reservanos.
A continuación hacemos un sofrito con verduras, en mi caso con lo que había por la nevera, chalotas, ajos, zanahorias, calabaza, pimientos rojo y verde.
Cuando estén todas las verduras bien pochadas, añadimos unas cucharadas de tomate frito e incorporamos la carne.
Le damos una vueltas para que se integren todos los ingredientes y le añadimos la cerveza negra que casualidades de la vida no era belga, si no alemana, dejamos evaporar el alcohol, tapamos y dejamos cocer a fuego suave hasta que pinchemos la carne de conejo y esté tierna. Rectificamos de sal y retiramos.
No se tarda mucho, pues el conejo es una carne que se hace enseguida y además es muy sana pues no tiene nada de grasa.
La carne queda tierna y melosa y la cerveza le da un sabor diferente y rico y con un poco de arroz blanco o unas patatas fritas y una ensalada nos resuelve una comida.
Dificultad:
Tiene muy buena pinta. Sólo una corrección (si me permites), la cerveza de la foto no es negra si no de trigo. Una negra sería una Guinness, por ejemplo.
ResponderEliminarGracias por la aclaración y pido disculpas por el error. A partir de ahora utilizaré la Guinness.
ResponderEliminarUn beso